Estaba el otro día pensando sobre mis primeros días de
relación con mi mujer y me pregunté cuando comencé a tener esta fantasía con
ella.
Porque este es un tema que no me había planteado
antes. Quiero decir que antes de estar
con mi pareja no había pensado nunca que el día que la tuviese me gustaría
compartirla con otros hombres.
Y tampoco fue una fantasía en los primeros años de
relación, o si lo era yo no lo sabía.
Realmente no tengo muy claro si fue una idea que maduró
poquito a poco en mi cerebro o si un día se me encendió la bombilla y descubrí lo que realmente me gustaría en mi relación
sexual con mi pareja.
Si recuerdo que cuando me decidí a contárselo, y a pesar de
la gran confianza que tenemos, estaba muy nervioso. Nervioso y excitado, mucho.
Ya solo el hecho de estar hablando del tema con ella hizo que se me pusiera muy,
muy dura. Menos mal que ella se dio cuenta de ello y
recompensó mi sinceridad con una fantástica mamada, durante la cual ya podéis
imaginar iban mis pensamientos…
Al principio, después de aquel momento hubo una temporada
que este asunto se convirtió en una pequeña obsesión, pensaba constantemente en
el tema, veía páginas, relatos, e historias de esta temática, quería forzar y que
todo este asunto fuese muy rápido y se convirtiese pronto en una realidad.
Pero finalmente me di cuenta de que en mi caso necesito unos plazos,
como ya he comentado mi mujer se opuso totalmente al principio y aunque esa
resistencia luego se ha ido flexibilizando un poco, ahora sé que mi objetivo está lejos,
pero ahora lo llevo con calma y poco a poco.
No sé si algún día cruzaré la meta, pero desde luego la
imaginación sigue funcionando y muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario