lunes, 29 de septiembre de 2014

INVOLUCIÓN Y EVOLUCIÓN

Pues ya acabado el verano y es tiempo de hacer un poco de balance de como me ha ido.
Comentaba en la última entrada que Iria y yo nos habíamos empezar a dedicar un tiempo para nosotros solos, para hablar de nuestras cosas y entre ellas de sexo.
Pues el verano ha ido en ese camino, hemos seguido saliendo, dedicándonos noches de confidencias, de pasión y de mucha complicidad.
Puedo decir que el verano nos ha venido muy bien y que nos unido algo más en el ámbito de pareja y en el sexual.
Y evidentemente, en las conversaciones de sexo, no podía faltar el tema recurrente de esta fantasía.
Así que he seguido insistiendo sobre ello y ella se ha seguido cerrando en banda. Le he seguido explicando lo que para mi significaría llevar a cabo esa fantasía y le he dado motivos, razones, argumentos para hacerla realidad.
Pero no, esa se niega y lo peor de todo que no da razones ni argumentaciones para ello, solo dice que porque no y ya está.
A mi me gustaría que ella me rebatiese mis palabras y me dijese, pues no porque me sentiría así, nos afectaría asá y acabaríamos de esta o de aquella forma.
Sus palabras de hace una semana no han podido ser más claras
-No, no y no, nunca lo haré, ni ahora ni nunca me compartirás con otro.
Es decir una involución total y una decepción absoluta al ver que no solo hay pasos adelante sino que esto marcha hacia atrás.

Así que por el tema este, el verano lo podría clasificar de fracaso.
Pero también hay una cara de la moneda. Una evolución en el comportamiento sexual de ella, en liberarse, en no cortarse en diferentes situaciones, en ser "mala".
Iria, es una chica que no es mojigata en el sexo, no tiene problema en probar cosas y en disfrutar del sexo en general, pero eso sí solo conmigo y en la seguridad que le da estar en nuestra casa. Fuera de ahí se corta bastante.
No obstante ya digo que estas últimas semanas se ha soltado bastante públicamente y hemos tenido algunos momentos morbosos "discretos" fuera de casa y con gente alrededor. Ejemplos de en alguna cena con amigos deslizar su mano por debajo de la mesa y meter su mano por mis pantalones para masajearme la polla, o  en un pub dejarme  meter mis manos por debajo de su faldita y meterle algún dedo por su coño húmedo.

No obstante el momento más morboso ha sido sin duda el del ascensor.
Una noche regresando a casa después de salir a cenar y de tomar algo íbamos bastante cariñosos. Al entrar en el portal ya nos estábamos metiendo mano mutuamente. En cuanto llegamos al ascensor le bajé las bragas y empecé a acariciar su coñito. Normalmente, ahí ya me diría que parase y que nos fuésemos a casa rápidamente, pero no, no dijo nada y me dejó hacer.
Así, que yo que me va ese tipo de morbillo me arrodille delante de ella y comencé a lamer su coño y a meterle un dedo por el culo. Ella jadeaba y no le importaba en absoluto que estuviésemos allí en un sitio, en el que a pesar de ser tarde cualquiera podría llegar. De hecho para añadir más morbo ellas le dio a todos los botones del ascensor y comenzamos a subir todos los pisos del edificio. Yo seguí allí arrodillado con mi lengua en su clítoris y mi dedo dilatándole el culito.
Era como una ruleta rusa, en cada piso parábamos y se abría la puerta pudiendo estar cualquiera detrás de la misma.
Al poco sentí como se corría por primera vez.
Entonces marcó el botón del sótano. Cuando paramos me puse en pie, la puse de espaldas a mi y le levante la falda. Sus bragas ya estaban tiradas por el ascensor.
La recosté un poco hacía adelante y metí mi polla en su culo que ya estaba dilatado de antes. Así la estuve follando un buen rato, los dos de cara al espejo del ascensor. Fue un momento maravilloso viendo su cara, con una sonrisa enorme llena de morbo.
Y más excitante fue ver su rostro cuando sus piernas empezaron a temblar y tuvo su segundo orgasmo.
Entonces se giró y me dijo, ahora solo falta el postre. Volvió a pulsar el botón cero en el ascensor y se arrodilló.
Se metió mi polla en la boca y comenzó a comerla suavemente, sin prisa jugando con su lengua y sus manos.
A esas alturas con las puertas del ascensor abiertas, ella media desnuda, yo sin camisa y los pantalones por los tobillos, ella de rodillas con mi polla en su boca, aquello era morbo total. No tarde por tanto en correrme en su boca y sobre su rostro y sus tetas.
De aquella forma, medios desnudos y pegajosos entramos en casa.


Resumiendo, Involución total en el tema de mi fantasía y por otra parte Evolución en su forma de vivir el sexo. Veremos si fue fruto del calor de unas noche de verano o sigue así soltándose un poco más.
Y por supuesto a pesar de las negativas no voy a parar de tener la fantasía de compartirla.