lunes, 4 de julio de 2016

PERIODOS DE REFLEXIÓN





Como pasa el tiempo. Hace ya más de medio año de mi  gran experiencia. Y a veces me parece que ha sido ayer todavía, aún tengo todo tan fresco y tan nítido. Otros días en cambio me parece que nunca ha sucedido, que todo ha sido un sueño, un magnifico, excitante y morboso sueño.
Y es que han sido seis meses de subidas y bajadas de emociones y sensaciones. Por otras razones que no tienen que ver con este tema, han aflorado muchos sentimientos entre ambos.
Creo que nunca en los muchos años que llevo con ella, había reflexionado tanto, ni tantas vueltas le había dado a la cabeza.

Y esa montaña rusa de sentimientos por supuesto también  se ha producido en relación a mi fantasía.
Después de todo este tiempo, de hablar con ella, de reflexionar, de meditar, de soñar, de imaginar, he llegado a la misma conclusión que tenía antes de las navidades, que esta es mi fantasía, mía, solo mía y no de ella. Que lo que tengo yo en la cabeza y lo que siento al verla, al mirarla, al desearla, está en mi cerebro. Y no puedo o no he sabido pasarselo.
Que Iria no comprende ni comparte todos los sentimientos que esta experiencia me han producido. Y seguramente tampoco haya tenido mucho interés en intentar comprenderlos, ni directamente a través mía, ni buscando información por otras partes. Posiblemente yo sea el culpable de no saber transmitirle todo lo que tengo dentro, en general me cuesta hacer eso, transmitir sensaciones, sentimientos, cosas en general.

Y todo esto me frustra. Muchísimo.

Cuando de vez en cuando sale con las amigas, todo ese proceso de arreglarse, de vestirse, cuando se despide de mi... luego me cuesta dormir y cuando lo hago me despierto cada poco, y pienso e imagino y se me dispara la adrenalina y así casi toda la noche hasta que llega y  no necesito preguntarle, porque lo noto, se que no ha pasado nada y desaparece esa adrenalina y llega la frustración.
Y se que es una tontería y se que es injusto porque insisto, soy yo el que vivo estas fantasías que ella no comparte.

De acuerdo, siempre tendré algo a que agarrarme, algo de lo que alimentar al morbo,  ese día en que mi fantasía se hizo realidad.
Para ella, aquello fue un tema de curiosidad, de morbo pasajero, una oportunidad que se presentó y nada más. Algo físico. Nada que ver con todo el placer mental que yo experimenté y que a día de hoy aún persiste.

La quiero mucho, con locura, es mi vida, mi gran amor y la única persona que puedo considerar mi verdadera amiga.  Mi confianza hacía ella es ilimitada.
Y por ello no puedo obsesionarme, no puedo seguir fustrandome, porque ella no haga  realidad mis fantasías.
Me quedo con que mi vida con ella es maravillosa en todas las demás facetas.





miércoles, 27 de enero de 2016

TODAVÍA EN UNA NUBE



Un mes ha pasado ya desde el gran día.
Un mes lleno de morbo y de sentimientos.
Por fortuna, después de  hablar mucho con ella, mi nivel de adrenalina ya ha descendido y estoy mucho más tranquilo. Al principio tenía cierta ansiedad para conocer todo tipo de detalles.
Aún me pasa que a veces veo a Iria y me parece que todo ha sido un sueño. La miro y me sigue pareciendo increíble que una chica tan cerrada a otras experiencias sexuales abriese su mente de esa forma y tuviese tanta tranquilidad para dar este gran paso.
Me sigue dando muchísimo morbo estar en casa e imaginarme todos los pasos que dieron desde que se enrollaron en el portal, se dirigieron a nuestra cama donde follaron y acabaron despidiendose en la puerta de casa.
Desde luego el hecho de haberse enrollado con el hombre que vive a pocos metros nuestra, le da ese punto de morbo que hace de todo esto mucho más intenso.
Continuo queriendo y admirando a mi mujer mucho más que antes.
Deseo y fantaseo porque repitan la experiencia.



Y ella? Que opina la protagonista de esta historia?

Pues sinceramente, creo que todavía lo está asimilando y ordenando en su cerebro.
Sexualmente, se que le gustó la experiencia, eso es algo que me ha reconocido y que como he dicho me parece genial. Después de tantos recelos por su parte, creo que era importante que se sintiese a gusto y que disfrutase del momento.

Emocionalmente, es más complicado sacarle cosas

Me sorprende diciendome que le doy demasiada importancia al asunto, que solo es sexo. Y yo le respondo, pues claro que solo es sexo, ese era uno de mis argumentos cuando se lo planteaba, que solo era sexo, diversión, pero que nuestro amor se mantendría igual o incluso se reforzaría, como así creo que ha sido.
Creo que es una experiencia que une y da más confianza a la pareja.

También me dice que solo lo hizo porque yo se lo pedí.  Pues claro que yo se lo propuse, se lo pedí, se lo argumenté, de todo...pero coño, pedir le puedo pedir que me haga un recado y ella lo haga, pero si le pido que hagamos un trio o que se acueste con otro tío, creo que tiene que haber mucho más que una petición. Tiene que haber un morbo, una curiosidad por parte de ella, un pensar, porque no?... puede ser divertido... en fin algo más, pero eso es lo que todavía no he logrado sacarle.

Y repetir? Yo ya digo que estaría encantado, la experiencia me ha parecido genial, inolvidable, maravillosa y todos los adjetivos positivos que queráis ponerle.
Y ella que piensa? Desde el primer día me dijo que una y no más, luego en juegos se deja querer y morbosear con futuras experiencias, otras veces hablando más relajados no cierra puertas, como siempre he dicho, yo en este tema soy mucho más ansioso, siempre quiero más y más, pero ella necesita sus tiempos e ir madurando las cosas.



He esperado más de ocho años para vivir este momento increíble, puedo esperar para que lleguen otros similares.

Aún va a tardar hasta que ella ordene todas estas cosas, se suelte y se abra emocionalmente. Una cosa importante que falta, es su encuentro, que vean sus reacciones, que no sea un encuentro furtivo, que puedan hablar y decirse como se encuentran,  ella sabe como estamos y nos tomamos en el tema en pareja, pero supongo que de algún modo tiene que saber que piensa el vecino, si le gustaría repetir y como se toma el esta situación.

Mientras todo esto lleva su tiempo, yo personalmente seguiré morboseando y fantaseando con esta magnífica experiencía. 







domingo, 10 de enero de 2016

LA REALIDAD DE COMPARTIRLA





Esta es la entrada que había imaginado escribir dos millones de veces. Y tanto dá, podría imaginarla otras tantas veces que no tenían nada que ver a como es en realidad.
Siempre me la imaginaba como uno de esos relatos morbosos y sexuales que, verídicos o inventados, hay en tantas páginas, pero no, la realidad supera todas las ficciones, claro que hay sexo y morbo, muchísimo morbo, pero sobre todo un coctel explosivo de sensaciones, sentimientos, emociones, cosas que afectan al corazón, a la cabeza y a todas las partes del cuerpo.
Han pasado ya dos semanas y creo que será imposible resumir todos lo que sentí durante este tiempo, porque es una montaña rusa que circula a toda velocidad cargada de toda clase de sentimientos.

Es 26 de diciembre e Iria tiene una cena con unas amigas. Nada fuera de lo normal, la típica cena de navidad
Estamos en una segunda residencia,  a unos 30 kms de la nuestra habitual, que es donde va a salir.

Me despido de ella, pásalo bien y portate mal, le digo.

Me sonríe

Al día siguiente,  quedé en ir  a buscarla,  ya que hemos quedado con unos amigos para tomar algo.
Cuando llego a casa, la encuentro en la cama, aún con la ropa de salir de día anterior, le doy un beso y le pregunto que tal

- Muy bien me responde, lo pasé genial.....y me porte mal, muy mal

Me dá un pequeño vuelco el corazón, la miro con cara de incredulidad y pregunto ¿ te has portado mal? ¿como de mal?

- Si no me mires así, que me lié con el vecino, nos enrollamos, nos besamos, follamos, de todo, joder, con el vecino que verguenza, que palo cuando lo vuelva a ver.

La sensación de que tu mujer de diga que se ha follado a otro tio, es épica, indescriptible, única. Me dió un subidón en ese mismo momento, se me aceleró el corazón, me entraron una especie de nervios en el estomago y tuve una erección que me acompaño el 80% del tiempo durante los siguientes días.
Me contó que se lo había encontrado bien entrada la noche, que estuvieron charlando, que se los estaban pasando bien, que el la acompaño a casa, que en el portal el la beso, que ella le propuso entrar, que fueron a la cama y que follaron.
Yo tenía un estado de incredulidad total, no porque no la creyera , sino porque me parecía imposible que ella, una mujer con tantos tabues y prejucios hubiese dado ese paso.

Lo primero que me encantó y me fascinó además de decirmelo directamente y sin rodeos, fue la sencillez, la tranquilidad, la seguridad con la que me lo estaba contando. Ni un solo pero, ni un solo drama,  ni un solo sentimiento de culpabilidad, me dijo que era cosciente en todo momento de lo que estaba haciendo, que había tomado unas copas, pero que eso no excusaba nada, que podría haberlo parado en cualquier momento, pero que no quiso.
Subí en una nube, no podía creerme que despues de más de ocho años hablandole, comentandole esta fantasía mía, por fin se había hecho realidad. Que todo lo que hablamos lo había asimilado de tal forma que llegado el momento, no se preocupaba por nada, sabía que todo estaba bien. Lo que más le preocupaba era mi posible reacción con el vecino o cierto palo que le daba a ela encontraselo de nuevo, por lo que el pudiese pensar. Ni una sola duda sobre nuestra pareja, ella lo tenía clarísimo, entendió que era lo que quería y que no tenía nada que ver con nuestra relación ni con nuestro amor.
En serío fue maravilloso descubrir despues de tantísimos años con ella, que había derribado ese muro tan alto, que se había liberado de tabues, prejuicios y cadenas mentales, que había descubierto una lado occuro y que lo había empezado a explorar.
Seguimos hablando un buen rato, tranquilos, serenos,  bromeando, preguntandonos sentimientos.
Nos besamos, nos tocamos y acabamos follando.
Fue el primer gran momento de morbo total, allí mismo en mi propia cama, donde unas pocas horas Iria se había follado a otro tio, estaba haciendo lo mismo conmigo. Picantona, descarada como nunca me dijo si notaba como aún estaba húmeda del otro y me corrí al instante.  Fue una experiencia única y que nunca olvidaré.

Lo dos siguientes días estuve en una nube, flotando, todavía incredulo, necesitaba estar con ella, tocarla, la seguía en todo momento, ella bromeaba diciendo que parecía su perrito faldero y yo le reconocía que si, que estaba embobado, que me tenía en su mano. y estvimos muy activos sexualmente.
Dormí muy poco, tenía una sensación como si se me disparara la adrenalina, me dormía pero al poco me desvelada y daba vueltas a la cabeza pensando en mil y una cosa, me sentía muy afortunado, pensaba en toda nuestra evolución en este tema. Menos mal que estaba de vacaciones porque realmente con el subidón que tenía en poco más podía concentrarme y a eso se sumaba la falta de sueño.

A partir del tercer día, empecé a asimlar más la situación, no podía dejar de mirarla, de tocarla, admiraba como podía haber evolucionado tanto, y comencé a sentir la necesidad de saber los todos los detalles. Fue el segundo gran momento morboso.
Le pregunté de que hablaron cuando se encontaron, de donde se besaron por primera vez, de como habían entrado en casa, si se desnudaron mutuamente, de como se besaron, de como se tocaron, de como habían follado, de como se habían corrido, de como se habían despedido. Y ella me lo iba contando todo, sin escatimar detalles, tan tranquila y tan serena como el primer día. Con esa seguridad en si misma que tanto me encantó.

Bromeamos muchísimo en esos días, hablamos sin parar, me surgían dudas y ella me las resolvía, noté una conexión con ella increible, como nunca, era una confianza el uno con el otro ciega, total y absoluta. Ni una solo duda, ni un solo reproche. Una unión total.
Y el sexo también era estupendo, el día de año nuevo, tuve otro gran momento de morbo, nos despertamos, nos acariciamos, nos besamos y tuvimos un sexo maravilloso, ella estaba más sexual y sensual que nunca, me dijo cosas al oido increibles, se dejo llevar, me dijo que se imaginaba con el vecino... Fue mágico.

Han pasado dos semanas y el efecto aún no ha pasado, la conexion total continua entre nosotros, ya digo que seguro que me olvido de sentimientos que he tenido y que por supuesto no soy capaz de transcribir aquí todo lo que pasado por mi cuerpo y mi mente en todos estos días.



El vecino, como me he acordado de pareja de Tarragona y sus historias con el vecino.
Hará unos tres meses nos mudamos a nuestra actual vivienda. Es una casa antigua, rehabilitada y con solo cinco vecinos. Uno de ellos Ernesto, médico, divorciado y que lleva en esa vivienda un mes más que nosotros. Realmente en estos tres meses yo me lo había cruzado un par de veces de hola y adios nada más, e Iria me contó que alguna vez más, pero que hasta ese día no sabía ni su nombre. Por eso su verguenza inicial, no dejaba de ser un semidesconocido.
Pero claro poco a poco nos fuimos dando cuenta del morbo de la situación. Ya me dijo Iria un día entre bromas, no te quejarás, de hacer las cosas hacerlas a lo grande, en tu cama y con el vecino.
Y si, ciertamente es cómica la situación, nosotros abajo y el arriba, desde parte de nuestra vivienda se ve parte de la suya. Lo primeros días con todo el subidón de nervios y demás reconozco que me daba algo el hecho de poder llegar al edificio y encontrarlo, e Iria me confesaba lo mismo.
Pero claro el tema da lugar a tantas bromas, que si le digo que si le vaya a pedir café y ella me responde que mejor va a por leche, que si el tema de jugar a los médicos.... muchas cosas. Mucho morbo
Y claro el no sabe nada de esto, y no sé que pensará de nosotros y por supuesto poco me importa.
Ayer casualmente me lo encontré cuando yo salia, yo lo saludé muy amable y el más cortado.
Iría me preguntó que sentí al verlo. Por supuesto nada negativo, mi mujer con los días me fue contando que haía sido una experiencia muy buena, que el fue muy amable y divertido tanto antes, como durante y despues de su encuentro. Por tanto nada que reprocharle, todo lo contrario, creo que era importantisimo para un futuro que este primer encuentro de Iria fuese positivo, y  por lo que me cuenta así ha sido.
Por tanto cada vez que me lo encuentre, solo podre sentir morbo, recordaré ese momento mágico en que mi mujer me dijo que había follado con el un poco antes de hacerlo conmigo.
Ahora aún queda pendiente del encuentro entre ellos dos. A ella poco a poco ya le va pasando la verguenza.

El futuro. Hemos hablado largo y tendido sobre eso. Iria ha derribado un muro muy alto, creo que ahora hay que ir con calma y sin prisas. Aún tenemos mucho que analizar y reorganizar en nuestras cabezas.
Ella ya me ha dicho que no me imagine que a partir de ahora va a salir todos los fines de semana y se va a acostar con otros tios, que esa no es su forma de ser, y realmente a mi tampoco me gustaría. Yo buscaba que ella abriese su mente y  eso ya lo ha hecho.
Como me dijo, ella fue consciente que tenía una puerta abierta, diponible para cruzar cuando quisiera, y que el otro día todos los condicionantes se dieron, se encontró con el vecino, se cayeron bien, le acompañó a casa, yo no estaba...se dieron las circunstacias y atravesó la puerta.
Dice que en su mente no está repetir.
Yo le digo que con lo morboso que fue escuchar de su boca el relato, tendré la paciencia de esperar otros ocho años para poder verla con otro tio, que no es lo mismo imaginarla que verla, y ella sonríe.

Por mi parte, mi mente ha ido evolucionando estos últimos quince días, a veces la veo y todavía no me creo que aquella chica que me llamaba enfermo, que pensaba que no la quería por proponerle ciertas cosas, hubiese madurado tanto la idea como para llegar a cumplir mi fantasía, que tan inalcanzable me parecía.
Ahora me doy cuenta de todas las verdades que leía en otros blogs de gente que había logrado esto y que comentaban como podía unir una experiencía como esta, y es que realmente mi sentimiento actual hacia Iria es de absoluta admiración. Y de agradecimiento. Esta experiencia que me ha hecho vivir, jamas podré olvidarla, siempre me quedará grabada. Y a ella la amaré por siempre.

Más de ocho años de espera, para poder cambiar lo de fantasía por realidad, un largo camino, lleno de altibajos, de hablar, de comunicación, de mucha paciencia, de mucha complicidad, de desengaños, pero joder, como ha merecido la espera.

Y que diferente es imaginarse la experiencia a vivirla, doy fe que hay que tener mucha, muchisima confianza en tu mujer y tambien seguridad en uno mismo. Una vez que pasa no hay vuelta atrás, no caben desconfianzas ni arrepentimientos.