Comentaba días atrás que la
fantasía de compartir a mi mujer, no era algo que había tenido en cuenta desde el
comienzo de nuestra relación, sino que fue algo que descubrí tiempo después.
Fue una pena, y también que no
lo hubiese hablado con ella antes, porque recuerdo una anécdota que le pasó un
tiempo después de habernos hecho novios y que en la actualidad me sería muy
morbosa. Bueno de hecho ahora me lo parece y fantaseo con ello aunque en su
momento no le diese la mínima importancia.
Ocurrió en la boda de un amigo
de la pandilla, seguro que las bodas con la alegría, el alcohol, el baile… y
demás es un buen vivero de anécdotas y oportunidades sobre este tema.
Pues bien, a esta boda
acudimos unos cuantos amigos de la pandilla, entre ellos uno que estaba soltero
y que tenía bastante fama de ligón.
El chico en cuestión estaba
sentado en nuestra mesa y se puso bastante contentillo durante la comida. Le echo
unos cuantos piropos a mi mujer sobre si estaba muy guapa con ese vestido o si le sentaba muy bien el peinado….
Allí estaba yo delante, así que se cortó un poco, pero según me contó mi
mujer después, en el momento de las copas y el baile fue directamente al
ataque.
La sacó una vez a bailar y mi
mujer me vino diciendo, “hay que ver como esta Miguel hoy, se pasó todo el baile diciéndome
lo buena que estaba, que si le gusta mi escote, que le encantan mis tetas, que
le encantaría probarlas…”
Yo, que nunca fui celoso de
ella, le dije que no le diese importancia que estaba muy bebido y que no se
ofendiese por ello.
En una segunda vez que la sacó
a bailar, ella ya vino más enojada diciendo que aquello iba a más y que sus
palabras ahora eran entre otras, “que le
encantaría follarsela y que iba a gemir y gozar en la cama como nunca antes lo
había hecho”
Yo por segunda vez le saqué
hierro al asunto y le dije que si no estaba cómoda con ello que no bailase más
con él y punto.
Allí acabó el asunto y esa anécdota,
que seguramente en la actualidad yo trataría de una forma diferente, incitando
a mi mujer a que comprobase si lo que le decían era cierto o no. Quién sabe si
con alguna copilla más ella se hubiese animado a algo.
Pasados un par de meses, nos
volvimos a encontrar con este amigo, mi mujer me contó que él se le acercó algo
avergonzado y que le pidió disculpas porque aunque no se acordaba de mucho,
pensaba que se había pasado un poco con ella durante aquella boda.
Ella le dijo que no se preocupase
y que tanto ella como yo no le habíamos dado ninguna importancia. A él le sorprendió bastante que ella me lo
hubiese dicho y, a que a mí no me hubiese importado. Se ve que estaba
acostumbrado a tratar con otros novios/maridos mucho más celosos que yo, ya que
como os recuerdo él era un auténtico ligón y no se cortaba con ninguna.
Ahora, tiempo después de esta
historia lo pienso y recordando que las palabras de mi amigo hacia mi mujer no
me molestaron en absoluto, creo que ya la quería ver disfrutando de otras
pollas aunque yo no fuese consciente de ello.
Brutal!!!! Da rabia no haber manejado la situación de otra forma ¿verdad?
ResponderEliminarA mí me ha pasado lo mismo en alguna situación que he tenido así al principio de estar con mi novia, cuando estos temas no me atraían lo más mínimo.
Nos ha pasado exactamente lo mismo, creeme.
Ya lo leerás pronto. jejeje
En fin... de todas formas no estás muerto. Y seguramente tu chica aun tiene un polvazo. Que somos muy jovenes aun. jejeje
Deseo que se te de otra situación así, al menos para que te diviertas viendo "un pasito más".
Suerte!!!!!
Desde luego que otra oportunidad así no se me escapa, no
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