miércoles, 23 de enero de 2013

PODRÍA HABER SIDO


Comentaba días atrás que la fantasía de compartir a mi mujer, no era algo que había tenido en cuenta desde el comienzo de nuestra relación, sino que fue algo que descubrí  tiempo después.

Fue una pena, y también que no lo hubiese hablado con ella antes, porque recuerdo una anécdota que le pasó un tiempo después de habernos hecho novios y que en la actualidad me sería muy morbosa. Bueno de hecho ahora me lo parece y fantaseo con ello aunque en su momento no le diese la mínima importancia.

Ocurrió en la boda de un amigo de la pandilla, seguro que las bodas con la alegría, el alcohol, el baile… y demás es un buen vivero de anécdotas y oportunidades sobre este tema.
Pues bien, a esta boda acudimos unos cuantos amigos de la pandilla, entre ellos uno que estaba soltero y que tenía bastante fama de ligón.

El chico en cuestión estaba sentado en nuestra mesa y se puso bastante contentillo durante la comida. Le echo unos cuantos piropos a mi mujer sobre si estaba muy guapa con ese vestido  o si le sentaba muy bien el peinado….

 Allí estaba yo delante, así  que se cortó un poco, pero según me contó mi mujer después, en el momento de las copas y el baile fue directamente al ataque.

La sacó una vez a bailar y mi mujer me vino diciendo, “hay que ver como esta Miguel hoy, se pasó todo el baile diciéndome lo buena que estaba, que si le gusta mi escote, que le encantan mis tetas, que le encantaría probarlas…”

Yo, que nunca fui celoso de ella, le dije que no le diese importancia que estaba muy bebido y que no se ofendiese por ello.

En una segunda vez que la sacó a bailar, ella ya vino más enojada diciendo que aquello iba a más y que sus palabras ahora eran entre otras,  “que le encantaría follarsela y que iba a gemir y gozar en la cama como nunca antes lo había hecho”

Yo por segunda vez le saqué hierro al asunto y le dije que si no estaba cómoda con ello que no bailase más con él y punto.

Allí acabó el asunto y esa anécdota, que seguramente en la actualidad yo trataría de una forma diferente, incitando a mi mujer a que comprobase si lo que le decían era cierto o no. Quién sabe si con alguna copilla más ella se hubiese animado a algo.

Pasados un par de meses, nos volvimos a encontrar con este amigo, mi mujer me contó que él se le acercó algo avergonzado y que le pidió disculpas porque aunque no se acordaba de mucho, pensaba que se había pasado un poco con ella durante aquella boda.
Ella le dijo que no se preocupase y que tanto ella como yo no le habíamos dado ninguna importancia.  A él le sorprendió bastante que ella me lo hubiese dicho y, a que a mí no me hubiese importado. Se ve que estaba acostumbrado a tratar con otros novios/maridos mucho más celosos que yo, ya que como os recuerdo él era un auténtico ligón y no se cortaba con ninguna.

Ahora, tiempo después de esta historia lo pienso y recordando que las palabras de mi amigo hacia mi mujer no me molestaron en absoluto, creo que ya la quería ver disfrutando de otras pollas aunque yo no fuese consciente de ello.


2 comentarios:

  1. Brutal!!!! Da rabia no haber manejado la situación de otra forma ¿verdad?
    A mí me ha pasado lo mismo en alguna situación que he tenido así al principio de estar con mi novia, cuando estos temas no me atraían lo más mínimo.
    Nos ha pasado exactamente lo mismo, creeme.
    Ya lo leerás pronto. jejeje
    En fin... de todas formas no estás muerto. Y seguramente tu chica aun tiene un polvazo. Que somos muy jovenes aun. jejeje
    Deseo que se te de otra situación así, al menos para que te diviertas viendo "un pasito más".
    Suerte!!!!!

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  2. Desde luego que otra oportunidad así no se me escapa, no

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