Estaba dormido profundamente y
no la oí llegar.
La sentí cuando se metió en
cama, me besó y me dijo:
- Hola cariño, toma, te devuelvo lo que me dejaste.
- Noté como dejaba en mi mano algo resbaladizo y mojado.
Nueve horas antes ella ya se
había acabado de arreglar y se disponía a salir. Tenía la jubilación de un
compañero de trabajo y llevaba toda la semana dándole vueltas sobre si ir o no.
Había tenido una semana dura de trabajo y decía que quería descansar bien el
fin de semana.
Yo como siempre, la animé, me
gusta que salga y que se divierta, además creía que verdaderamente le vendría
bien, después de tanto trabajo.
Así que la bese, le desee
buenas noches y que lo pasara bien y le pregunté si llevaba todo, móvil, llaves…
Me contesto que si, entonces
le dije, espera que te olvidas de algo. Fui al dormitorio, cogí algo y se lo di.
Era un preservativo
-Nunca se sabe, le dije yo
sonriendo
-Bah, eres tonto, no pienso
llevar esto, sabes que no pienso usarlo sin ti.
- Quien sabe, quizás algún día
te animes. La bese de nuevo y se lo metí en el bolso.
Nueve horas después de eso,
ella estaba acostada frente a mí, muy sonriente y feliz, y yo tenía un condón
usado en la mano.
- Ya te contaré en otro momento todos lo detalles, me dijo antes de quedarse dormida.
Yo ya no pegue ojo en toda la noche esperando e imaginando esos detalles, mientras me masturbaba con una mano y agarraba fuertemente el condón usado con la otra.
Me alegro por ti, s muy excitante. Seguro que ella vino bien relajada.
ResponderEliminarDIOS MIO. QUE MORBAZO.
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